Dentro del trajín que conllevan las presentaciones en sociedad, y en particular, la de un nuevo Blog, he tenido la posibilidad de ahondar en algunos de estos "foros de estar por casa" pertenecientes a conocidos y amigos. Así las cosas, leyendo "La Morada del viajero nómada", Blog de mi compañero Eduardo, me vino la inspiración de dedicar mi primera entrada a esa cuestión tan trascendente... los eufemismos. Le agradezco en primer lugar que me permita partir de sus exposiciones para formar esta entrada.
Efectivamente, querido lector, el mundo está lleno de eufemismos. El mundo, es un eufemismo "per se". Una definición coloquial de eufemismo viene a ser la siguiente: "palabras disfrazadas de lenguaje políticamente correcto". Muchos son los ejemplos de éstos, porque, cómo decía, vivimos nadando entre ellos: "la guerra preventiva", "las incursiones aéreas", "la tasa natural de desempleo", "la democracia orgánica" que Franco trataba vender al mundo...
La vida está llena de ellos. Si en muchos momentos de nuestra existencia se nos ocurriese rascar detras de la pintura, disolver los maquillajes, y adentrarnos en la realidad de muchas circunstancias cotidianas, especialmente políticas... el mundo se venía abajo. Literalmente. Y es que la mayor parte de la conceptos sobre los que descansa nuestra efímera vida son eso: maquillaje. Desde los sentimientos nacionalistas, que nos identifican con una tierra, pasando por los lazos familiares y muchas vez también las amistades, suelen reposar sobre viles artimañas bajo las que se esconde una sóla cosa, un sólo rasgo de nuestra personalidad: el EGOÍSMO. ¿o no?
3 comentarios:
Estoy totalmente de acuerdo. El ser humano es un ser egoísta, y demuestra esto cuando se expresa, en el lenguaje. Todavía me queda por descubrir qué hubo de civil en la guerra civil...
Y lo del egoísmo es un verdadero problema. El hecho de que, si en vez de existir guerras se usara ese dinero malgastado en muertes para dar de comer a los pobres, no habría pobreza, es escalofriante. Hay que preguntarse cuáles son nuestras prioridades y llamar a cada cosa por su nombre.
Comparto la misma opinión con vosotros. Somos muy egoístas y materialistas. Y damos valor a ciertas cosas que no tienen tanta importancia, a cosas materiales. En cambio nos olvidamos de otras que merecen ser apreciadas y respetadas.
Un saludo.
Disfrazar... maquillar...
Sobre eso se nos pone a prueba, incluso en los exámenes...
Y sobre los eufemismos, muy de acuerdo.
Saludos.
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