I Did It My Way

Mis reflexiones sobre política, deporte y cultura

27 abr 2008

Acabar con esta lacra



Sencillamente brutal. Y estos señores son... servidores públicos.
A buen seguro, estimado lector, usted habrá sido testigo gracias a los telediarios y diarios en versión electrónica de la oleada de agresiones en el Metro de Madrid en los últimos días. Son varias las circunstancias que las hacen singulares. Estas agresiones no provienen de jóvenes gamberros, ni siquiera de drogadictos o miembros de bandas latinas... provienen de los propios miembros de la fuerza de seguridad del suburbano. Para colmo, estos individuos graban ellos mismos sus bárbaros actos, y se los "pasan" unos a otros. Gracias a esta actitud estúpida, los videos han trascendido a la opinión pública, y hoy podemos investigarlos, y tomar las medidas oportunas.

La situación, lectores, es más grave de lo que parece. Vigilantes de seguridad de servicios como el Metro o los trenes de Cercanías, aprovechan lugares desprotegidos de las cámaras para realizar todo tipo de vejaciones y lesiones a ciudadanos de a píe. Lo que más nos sobresalta, son sin duda los sujetos pasivos de estas agresiones: la mayoría inmigrantes. ¿Estamos ante una oleada de racismo violento de gran magnitud? O peor, ¿estamos ante una oleada de racismo violento institucionalizado? Mi primera impresión al ver estas y otras imágenes de los actos en cuestión, fue la normal en estos casos. "Son actos aislados", me dije. Y lo pensaba con firmeza. Hasta el jueves. Ese día me disponía a tomar el Cercanías rumbo a Atocha cuando, por desgracia, comenzó un acto que tiene a llevarme a sacar nuevas convicciones. Veamos la situación:
Dos sudamericanos se disponen a entrar a la Estación de las Margaritas cuando, en dicho acto, se cruzan con dos vigilantes. Uno de los ciudadanos inmigrantes, dice en voz alta pero sin gritar "estos vigilantes son unos racistas". El miembro de seguridad que más cerca se encontraba de éste, se dirige hacia a él, para decirle con tono sobresaltado y violento "cuidado con lo que dices". Algo me decía que estaba a punto de acontecer a un acto similar al los que, días atrás, había podido ver en el telediario. El ambiente se tensó terriblemente cuando el sudamericano le lanzó un desafiante "¿me vas a pegar?" Como todo indicaba que se iba a armar una montonera, decidí acercarme a escasos metros de todos ellos, con ánimo de ser testigo de lo que pudiera ocurrir.
El ambiente, como decía, empeoró considerablemente y el guardia de seguridad empezó a perder los papeles. Todo hay que decir que los dos inmigrantes iban en algún grado bajo los efectos del alcohol, pero no por ello su actitud se mostró violenta. Desde el desafío del primer viajero el citado vigilante empezó a gritar a ambos que se callaran y se alejaran de ellos, pero éstos continuaban retandoles: "venga, ¡pegarnos! que se os cae el pelo". El primero de los guardias, el que en todo momento se mostró más propenso a seguir los retos lanzados, no dudó en gritar "no me toques los huevos, que si tengo que pegarte un par de hostias te las doy".
Como todo se agitaba cada vez más, y sin ánimo de hacerme el héroe, decidí intervenir en un momento en que el guerdia me dirigió un "¿qué te parece los tios estos?"

-Creo que todos deberían calmarse, que no pasa nada.
-¿Qué? ¿Tú también estás de su parte? ,me dijo el sudamericano
-Sólo digo que se tranquilicen.

Como veía que me estaba metiendo en la boca del lobo, decidí, sin más, callarme y esperar acontecimientos. El otro de los guardias, toda vez que el primer sudamericano (el segundo se mostraba más calmado y dialogante)empezó a meterse con su señora madre, se enfundó los guantes, y empezó a insinuar utilizar la porra. Es aquí donde ambos vigilantes estuvieron a punto de usar sin dilación la violencia, una vez que previamente habían amenazado con ello sin ninguna motivación.
Todo quedó finalmente, en eso, en un "casi", gracias a que el tren llegó en dicho momento. Una situación esperpéntica que se hubiera podido solucionar sin problemas expulsando del recinto a los viajeros, si se hubiera demostrado que iban bebidos (excusa que en todo momento los vigilantes utlizaron para hacen uso de la fuerza). Pero da la sensación de que a esta gente es eso lo que le gusta. Entran a la mínima a la provocación, y no dudan en utilizar la violencia, aún sin razón ninguna.

A raíz de este acto, comencé a convencerme de que lo que había observado en los medios de comunicación, no debían de ser actos tan aislados, sino más bien la consecuencia necesaria del ambiente latente que se vive en estos lugares. Los vigilantes se creen La Ley en aquellos recintos que custodian, con todo lo que ello implica. Tal y como he podido investigar estos días, se ha llegado a saber que pueden ser hasta 50 los vigilantes que andan realizando agresiones sistemáticas contra colectivos étnicos minoritarios en zonas desprovistas de cámaras. Y lo que es peor, se sabe que la contratación de estos individuos se realiza en penosas condiciones, requiriendo para ello escasa cualificación (en algunos casos, no se exige).

Hace ya más de treinta años, los españoles decidimos encauzar nuestras vidas por la senda de la libertad, que durante cuarenta años nos fue arrebata. Lo hicimos de la mano del un brillante constitucionalismo, que nos trajo de nuevo la ansiada democracia y la participación política. Pero ahi no queda todo, nos trajo algo tan importante como la democracia, EL ESTADO DE DERECHO. Ello conlleva que todos los ciudadanos, todas las instituciones, órganos del Estado, funcionarios, y trabajadores, en definitiva, todos los españoles, estamos sometidos a la Ley, y no podemos actuar más allá de sus dictámenes. Esto no siempre ha sido así en relación con los miembros de los cuerpos de seguridad del Estado, a los que durante décadas el régimen franquista permitió excederse cuanto quisieran en sus acciones. Pero hoy no tenemos por qué tolerarlo. Estos "individuos" tienen que ceñirse a la Ley, y en ningún caso pueden hacer uso de la fuerza fuera de los casos claramente tasados en ella. No podemos ni vamos a tolerarlo. Espero firmemente que el ordenamiento jurídico-penal actúe con contundencia contra estas acciones violentas, y que ello tenga dos vertientes claras:
Por un lado que la intervención del derecho tenga una clara conclusión preventivo-especial: hay que evitar que esta gente vuelvo a cometer esas barbaridades. Y por otro, debe tener un efecto moralizador general sobre el resto de miembros de los cuerpos de seguridad. Y es que no deben olvidar lo que son: Servidores públicos. Y nada más.

6 comentarios:

@ngelito dijo...

Cuanta gentuza anda suelta por ahí y peor aún que estén trabajando en las fuerzas de seguridad del estado. Ya no solo vigilantes, sino policías y guardias civiles.
Tengo un amigo que también fué agredido por vigilantes del metro, en la estación de atocha. También yo hace muchos años casi tengo una pequeña pelea, que por suerte no llegó a ocurrir nada. Pero es que muchos vigilantes se creen algo por el simple hecho de llevar una porra o una pistola. Es vergonzoso tener gente así que se supone que está para salvaguardar la seguridad ciudadana.

Saludos.

Rose dijo...

Ahora que he podido leer tu entrada, debo decir en primer lugar que ¡sigo impresionada con lo bien que escribes! Envidia aparte, creo que hiciste lo correcto al decirles que se calmaran, lo cual no significa que le estés dando la razón a ninguno de los dos. Los usuarios del Metro actuaron mal al provocar a los guardias, y éstos también erraron al actuar de forma violenta. Parece mentira que, en el siglo en el que estamos, sigan sucediendo este tipo de atrocidades. Racismo, fuera; ¡todxs somos iguales!

@ngelito dijo...

Tu si que escribes bien, yo hago lo que puedo, pero la escritura no es lo mío.Aún así te lo agradezco mucho, así me animas a continuar posteando en mi blog.

Por muy mal que actuaran, la violencia no debe utilizarse salvo para defender tu vida y la de tu familia.

Sigue dándole vidilla a tu blog que está muy chulo y aprendemos mucho visitándolo.

Besos Irene.

Dani López dijo...

Gracias por los elogios XD

Brais dijo...

¿Elogios? Espera que miro... no, no me quedan, lo siento xD.
En cuanto al tema, supongo que hiciste bien, tuviesen o no ganas de guerra las dos partes...
Ahora espero que todo esto quede en un par de semanas desafortunadas y varios pares de despidos merecidos.

Saludos.

Anónimo dijo...

bueno pues hoy me estreno en esta pagina y bueno la verdad esque todo lo que tengo que decir de este hombre son solo alagos.
Por estar cuando se le necesitaba, por tener siempre una persona con la que poder hablar de cualquier tema, por ser un amigo como el es, i por todo eso i mucho mas sabes perfectamente que te lo mereces todo.
Ahora relativo a tu blog pues la verdad me ha parecido interesantisimo tu ya sabes que son temas que estan un poco fuera de mi alcance pero que poco a poco ire pillando tu vocabulario :P


no mucho mas que decir espero que todo siga bien como hasta ahora i que pronto nos veamos por aqui

un saludo

AnDrEs