Tras un tiempo sin intervenciones en "My Way", retomo esta sana actividad con una entrada dirigida al recuerdo. Seguramente, querido lector, habrá usted oído hablar de Juan Ramón Jiménez. Unos lo habrán oído como parte de ese aburrido temario que hay que estudiar para sacar bachiller... otros simplemente lo habrán escuchado al hilo de alguna antología literar
ia e, incluso, puede que alguien haya leído su obra ávida y placenteramente. Lo que seguro nadie ha oído (y apunto he estado de no oirlo yo tampoco) es que hoy se cumplen 50 años de la muerte de este "conocido" poeta.
El autor de maravillas literarias, ganador de un premio Nobel, y gran referente para la denominada Generación del 27, pasa hoy totalmente desapercibida en todos los medios de comunicación.
En su lugar, como no podía ser de otro modo, nos encontramos referencias a juicios descabellados entre personajillos radíófónicos y políticos; cambios de peinado de futbolistas; o incluso noticias como "Carod-Rovira ya es abuelo", noticias como verá, estimado lector, de una importancia sublime.
No quiero que se llame a engaños, no soy un seguidor de la obra de este señor, ni siquiero creo haber leído más de media docena de sus bellos poemas, pero tengo algo claro: los medios de comunicación, y por extensión la sociedad como su principal cliente, han perdido el norte en su escala de valores.
Somos capaces de informar y demandar noticias sobre los más surrealistas asuntos, sin peso cultural alguno, y de olvidar a nuestros grandes maestros, a españoles que llevaron el nombre de nuestro país a lo más alto del escalafón humanístico con su obra. Hoy, como informa el País, único medio importante que dedica un escueto artículo a este asunto, se cumple medio siglo desde que este genio nos dejara huérfanos de su poesía, y ninguna ceremonia estatal le recordará.
Soy consciente de que esta entrada no superará el ya de por sí bajo record de participaciones en "My Way", pero ese no es el ojetivo. Si lo es hacer justicia. Justicia cultural.
Me confieso lego, como en otras tantas cosas, en el refinado mundo de la literatura, mas no hay duda alguna de que este autor es de peso. De que este día debería ser recordado.
Sirvan estas líneas como sencillo homenaje y recuerdo al genio capaz de escribir cosas tan bellas como la que sigue. Pero preguntémonos también por un momento en que estamos convirtiendo la sociedad de la comunicación.
No dejes ir un día;
sin cojerle un secreto, grande o breve.
Sea tu vida alerta
descubrimiento cotidiano.
Por cada miga de pan duro
que te dé Dios, tú dale
el diamante más fresco de tu alma.
Eternidades - Juan Ramón Jiménez
ia e, incluso, puede que alguien haya leído su obra ávida y placenteramente. Lo que seguro nadie ha oído (y apunto he estado de no oirlo yo tampoco) es que hoy se cumplen 50 años de la muerte de este "conocido" poeta.El autor de maravillas literarias, ganador de un premio Nobel, y gran referente para la denominada Generación del 27, pasa hoy totalmente desapercibida en todos los medios de comunicación.
En su lugar, como no podía ser de otro modo, nos encontramos referencias a juicios descabellados entre personajillos radíófónicos y políticos; cambios de peinado de futbolistas; o incluso noticias como "Carod-Rovira ya es abuelo", noticias como verá, estimado lector, de una importancia sublime.
No quiero que se llame a engaños, no soy un seguidor de la obra de este señor, ni siquiero creo haber leído más de media docena de sus bellos poemas, pero tengo algo claro: los medios de comunicación, y por extensión la sociedad como su principal cliente, han perdido el norte en su escala de valores.
Somos capaces de informar y demandar noticias sobre los más surrealistas asuntos, sin peso cultural alguno, y de olvidar a nuestros grandes maestros, a españoles que llevaron el nombre de nuestro país a lo más alto del escalafón humanístico con su obra. Hoy, como informa el País, único medio importante que dedica un escueto artículo a este asunto, se cumple medio siglo desde que este genio nos dejara huérfanos de su poesía, y ninguna ceremonia estatal le recordará.
Soy consciente de que esta entrada no superará el ya de por sí bajo record de participaciones en "My Way", pero ese no es el ojetivo. Si lo es hacer justicia. Justicia cultural.
Me confieso lego, como en otras tantas cosas, en el refinado mundo de la literatura, mas no hay duda alguna de que este autor es de peso. De que este día debería ser recordado.
Sirvan estas líneas como sencillo homenaje y recuerdo al genio capaz de escribir cosas tan bellas como la que sigue. Pero preguntémonos también por un momento en que estamos convirtiendo la sociedad de la comunicación.
No dejes ir un día;
sin cojerle un secreto, grande o breve.
Sea tu vida alerta
descubrimiento cotidiano.
Por cada miga de pan duro
que te dé Dios, tú dale
el diamante más fresco de tu alma.
Eternidades - Juan Ramón Jiménez
4 comentarios:
Me gusta el poema... y es cierto, cada día nos puede enseñar algo nuevo :D
acabo de escuchar tu canción de "i did it my way" y me ha gustado :D
O gran pensador!!1
que es de tu vida.
VISITA mis blogs
Tienes tanta razón... que da miedo.
Por eso desde hace algún tiempo dediqué "el tiempo de la tala" a otras cosas.
Saludos.
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