George W. Bush daba una clásica y apacible conferencia con su colega el primer ministro de Irak, cuando un periodista nacional se levantó de su silla, y aparentando querer vengarse de todo el mal causado por el Presidente americano, le disparó dos veces. Sobra decir que los disparos llevaban como munición... los zapatos del susodicho periodista. El caso es que la imagen está dando la vuelta al mundo, y en I Did It My Way hemos querido aprovechar esta oportunidad para despedirnos del líder estadounidense con todos los honores. Faltaría más, claro.
Pero antes de despedirnos, conviene hacer un breve repaso de los grandes logros que el Emperador Bush ha alcanzado en estos últimos y maravillosos ocho años. Es posible que usted, querido lector, al igual que el periodista irakí, tenga algun tipo de rencor hacia este caballero tejano, pero le aseguro que sus criticas carecen de fundamento. Y es que el mundo le debe grandes descubrimientos y avances.
Tras los trágicos atentados del 11 de Septiembre de 2001, por todos recordados, la Administración Bush decidió, en una jugada plenamente ligada y respetuosa con el Derecho Internacional, instaurar la doctrina de la guerra preventiva. Ésta viene a sustentar que el uso de la fuerza en la relaciones internacionales, prohibida tajantemente salvo ataque previo de otro Estado, también cabe ante casos en los que se sospecha, aunque sea tibiamente, que el enemigo puede actuar. Recordemos que tal teoría cumple perfectamente con la legalidad instaurada por la Carta de las Naciones Unidas, y de hecho, el Consejo de Seguridad celebró con champán y caviar que EEUU propusiera tal posibilidad, por lo que admitió sin contemplaciones el ataque a Irak. Además, en tal legal ataque consiguió contar con el desinteresado apoyo de su homólogo español, nuestro querido amigo Ansar, lo que acrecentó las buenas relaciones de nuestro país con el mundo islámico.
Por si tal magno logro no le convence, aún podemos dar alguna pincelada más de los grandes hitos que George nos ha dejado, y que quedarán guardados con letras de oro en los libros de historia. Y es que, al tiempo que en el plano internacional las relaciones que preconizaba el gigante americano se llenaban de amor y amistad, en su ámbito interno las libertades fundamentales de los ciudadanos, poco importantes en la práctica y prescindibles por completo, dejaron paso a una guerra preventiva ad intra, en el que aquéllas fueron por fin exterminadas en aras de buscar y juzgar a todos los terroristas, acabando así con una infructuosa y pésima vigencia de los derechos y garantías individuales que fueron el sustento del errático ideario de la democracia liberal moderna.
Y por último, hemos de destacar su gran logro: la construcción de un paraje entrañable, inigualable, con buenas vistas y salida al mar, al que los terroristas son llevados para hacerles sentir como en casa. Guantánamo se ha convertido en un lugar donde los derechos humanos, también ciertamente inútiles y decadentes, han sido de una vez apartados de la vida cotidiana. Así, por fin podemos llevarnos a niños de 15 años de Irak y Afganistán, y torturarlos sin pudor durante 8, 10 o 12 años, para que nos confiesen todos sus terribles planes de futuro. Y es que Bush y Maquiavelo, son primos hermanos. El fin es lo importante.
Así pues,y aunque no lo apoyamos, no podemos entender en modo alguno cómo alguien podría querer tirar nada a George. Y es que George ha cambiado el mundo. George nos ha dejado un mundo mejor, más feliz y pacificado. George ha sido Grande.
Hasta siempre, George.
Pero antes de despedirnos, conviene hacer un breve repaso de los grandes logros que el Emperador Bush ha alcanzado en estos últimos y maravillosos ocho años. Es posible que usted, querido lector, al igual que el periodista irakí, tenga algun tipo de rencor hacia este caballero tejano, pero le aseguro que sus criticas carecen de fundamento. Y es que el mundo le debe grandes descubrimientos y avances.
Tras los trágicos atentados del 11 de Septiembre de 2001, por todos recordados, la Administración Bush decidió, en una jugada plenamente ligada y respetuosa con el Derecho Internacional, instaurar la doctrina de la guerra preventiva. Ésta viene a sustentar que el uso de la fuerza en la relaciones internacionales, prohibida tajantemente salvo ataque previo de otro Estado, también cabe ante casos en los que se sospecha, aunque sea tibiamente, que el enemigo puede actuar. Recordemos que tal teoría cumple perfectamente con la legalidad instaurada por la Carta de las Naciones Unidas, y de hecho, el Consejo de Seguridad celebró con champán y caviar que EEUU propusiera tal posibilidad, por lo que admitió sin contemplaciones el ataque a Irak. Además, en tal legal ataque consiguió contar con el desinteresado apoyo de su homólogo español, nuestro querido amigo Ansar, lo que acrecentó las buenas relaciones de nuestro país con el mundo islámico.
Por si tal magno logro no le convence, aún podemos dar alguna pincelada más de los grandes hitos que George nos ha dejado, y que quedarán guardados con letras de oro en los libros de historia. Y es que, al tiempo que en el plano internacional las relaciones que preconizaba el gigante americano se llenaban de amor y amistad, en su ámbito interno las libertades fundamentales de los ciudadanos, poco importantes en la práctica y prescindibles por completo, dejaron paso a una guerra preventiva ad intra, en el que aquéllas fueron por fin exterminadas en aras de buscar y juzgar a todos los terroristas, acabando así con una infructuosa y pésima vigencia de los derechos y garantías individuales que fueron el sustento del errático ideario de la democracia liberal moderna.
Y por último, hemos de destacar su gran logro: la construcción de un paraje entrañable, inigualable, con buenas vistas y salida al mar, al que los terroristas son llevados para hacerles sentir como en casa. Guantánamo se ha convertido en un lugar donde los derechos humanos, también ciertamente inútiles y decadentes, han sido de una vez apartados de la vida cotidiana. Así, por fin podemos llevarnos a niños de 15 años de Irak y Afganistán, y torturarlos sin pudor durante 8, 10 o 12 años, para que nos confiesen todos sus terribles planes de futuro. Y es que Bush y Maquiavelo, son primos hermanos. El fin es lo importante.
Así pues,y aunque no lo apoyamos, no podemos entender en modo alguno cómo alguien podría querer tirar nada a George. Y es que George ha cambiado el mundo. George nos ha dejado un mundo mejor, más feliz y pacificado. George ha sido Grande.
Hasta siempre, George.
4 comentarios:
Tú también tienes que hacer cursos de Humanidades??
Ojalá le hubiera alcanzado ese zapato a la preciosa cara del señor Bush... Yo creo que algún otro periodista lo volverá a intentar :D Hasta conseguirlo!
Alabado sea George, alabado sea...
Pero por favor como tienen ustedes la osadia de criticar a un presidente fantastico!! A ver si nos enteramos, el señor George W. Bush sera recordado por su impecable trayectoria al frente de los EEUU, atentados de las torres gemelas, guerra de afganistan, guerra de irak, guantanamo y por ultimo, el chupinazo final el crash de 2008!! Aun os cabe alguna duda de que rellenara muchas paginas de futuros libros de historia? Incluso me atrevo a adelantaros bajo que titulo, el Inicio del declive americano. Un saludo del hombre detras de la mascara.
no me compares a Bush con Maquiavelo por favor, ya que puede traerte consecuencias nefastas...:P
P.D-"El Príncipe" es una lectura mas que recomendable.
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