I Did It My Way

Mis reflexiones sobre política, deporte y cultura


Así titula Ken Follet uno de sus libros. En él, el joven minero Malachi McAsh lucha por conquistar la dignidad y la libertad, rompiendo las cadenas de su esclavitud. Esas mismas ansias impregnan a la gran mayoría de la ciudadanía española y vasca, si bien para estas la esclavitud se representa en forma de sangre. En forma de terrorismo.

El pasado viernes, ETA volvió a asesinar. Esta vez su objetivo fue un importante mando de la lucha anti-terrorista. Eduardo Antonio Puelles García. El inspector Puelles participó durante los últimos diez años en una decena de operaciones policiales que se saldaron con la detención de más de setenta miembros y colaboradores de la banda terrorista. Desde aquí le brindamos nuestro más emotivo homenaje, a él y a su familia.

Una vez más, la gran lacra del terrorismo ha vuelto a escena. Y de nuevo la política y la sociedad han dado una respuesta ejemplar. La unidad en los dos Parlamentos, esto es, en las Cortes Españolas y en el Eusko Legebiltzarra, ha sido plenamente unánime. Por su parte, los ciudadanos han vuelto a mostrar su más firme repulsa a la barbarie en manifestaciones como la del sábado en Bilbao, a la que acudieron miles de personas.

La sinrazón, lo ilógico, la violencia, el terror, han sacado la cabeza de un pozo del que nunca deben salir. Pero el Estado Democrático de Derecho es mucho más fuerte que los deseos de destrucción y horror que unos pocos pretenden imponer. El destino de los pistoleros es claro. La cárcel. Por la senda de los disparos y las bombas jamás conseguirán otra cosa.

Eduardo Puelles nos ha dejado. Pero su muerte, al igual que la del resto de víctimas del terrorismo, no será en vano. Servirá para acrecentar los deseos de nuestro sistema socio-político de acabar con una pesadilla demasiado larga. El inspector Puelles seguirá vivo en nuestros gritos de Justicia. Y tarde o temprano alcanzaremos aquél lugar por el que él siempre luchó. Un lugar llamado Libertad.



2 comentarios:

Ender dijo...

Siempre envidiaré tu manera de escribir... sigue así.

Lobo dijo...

Para la libertad...

quien si no serrat iba a ser;

Fenomeno amigo